Las buenas prácticas de laboratorio (BPL) son utilizadas para realizar ensayos destinados a obtener datos sobre las propiedades y peligrosidad para las personas, los animales y el medio ambiente de cualquier sustancia química. El objetivo de las BPL es asegurar la calidad de los datos en los estudios realizados.
Estos son ensayos no clínicos de seguridad sanitaria y medioambiental realizados, por tanto, con fines reglamentarios.
Tal como fueron adoptados por la OCDE en 1981, proporcionan pautas recomendadas para la gestión de estos ensayos y representan un sistema de calidad relacionado con los procesos organizativos y las condiciones bajo las cuales los ensayos son planificados, realizados, controlados, registrados, archivados e informados, para garantizar la calidad y validez de los datos obtenidos.
Las BPL se centran en disponer de:
- Instalaciones adecuadas
- Personal calificado
- Equipo adecuado y calibrado
- Procedimientos de trabajo
ENAC es la organización designada por las administraciones competentes como organismo de control para evaluar y certificar el cumplimiento de los principios de las BPL en los estudios realizados con los productos fitosanitarios, aditivos para piensos y las sustancias químicas industriales (incluyendo los biocidas) y los aditivos, aromas y enzimas alimentarios, nuevos alimentos y coadyuvantes tecnológicos, y dando así cumplimiento a las directivas europeas que regulan esta actividad.