Grandes compañías del mundo entero invierten cada vez más esfuerzos en la mejora de su logística interna:
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En los últimos años Mercadona ha invertido 300 millones de euros en la apertura de un almacén totalmente mecanizado, pasando de 1800 trabajadores a tan solo 600, reduciendo la penosidad de los trabajos y captando la atención de las principales firmas multinacionales como la estadounidense Wal Mart, líder mundial del sector de distribución.
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Grupo SOS acaba de acometer un proyecto de optimización de sus procesos logísticos de compras, aprovisionamiento, distribución y transporte, que incluye herramientas de previsión de la demanda y dimensionamiento de stock con las que espera obtener una reducción de los costes logísticos de dos dígitos, en palabras de Javier San Martín, director de Cadena de Suministro.
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Inditex sigue invirtiendo en mejoras físicas e informáticas en los procesos de sus centros logísticos de Arteixo, Zaragoza, …
Y así un sinfín de compañías.
Este interés de las grandes compañías está fundamentado en que la logística y no solo la externa, sino también la interna, representa un importante componente de los costes totales de la organización. Y sólo algunos ejemplos con los que ilustrar estos costes; las superficies de almacén, los medios de almacenamiento (estanterías, …) y de manipulación (carretillas, …), el personal, los costes financieros, … sin contar los costes de oportunidad que representa el tener una gran cantidad de dinero inmovilizado.
Si bien puede parecer que la mayoría de empresas de nuestro país no tienen mucho que ver con estos monstruos del mundo empresarial, en nuestra experiencia profesional encontramos empresas de tamaño pequeño y mediano donde los costes de mantenimiento de inventario superan el 7% de la facturación y no hablemos de la repercusión en la liquidez, con un inmovilizado en materiales equivalente al 30% o más de su volumen de negocio anual.
Y este problema no afecta solo a empresas de distribución. A menudo encontramos empresas productivas con notables problemas de logística interna, a veces no tanto por su valor de inventario como por problemas de gestión del almacén que aún lastran más su cuenta de resultados, tales como:
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paradas del personal para buscar material en el almacén
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errores en la selección del material que provoca productos no conformes con las consiguientes mermas y tiempos de reproceso
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roturas de stock que obligan a parar la fabricación y re-planificar toda la producción no solo con los costes de gestión, sino a menudo, con costes de oportunidad asociados a la falta de servicio al cliente
Piense cuanto tiempo y dinero se pierde por estas incidencias. A veces almacenes relativamente pequeños pero con elevado número de referencias o referencias parecidas generan grandes problemas de gestión. Incluso muchos problemas que afloran en producción pueden ser en realidad provocados por el almacén y aprovisionamiento.
Los inventarios o stocks tienen el objeto de garantizar la continuidad del suministro a fábrica o al cliente, según el caso, ante las variaciones de ritmo entre la demanda y los suministros.
Así desde un punto de vista teórico no serían necesarios si consiguiéramos una previsión perfecta de la demanda y en consecuencia una planificación perfecta de los aprovisionamientos, pero todos sabemos que ni los clientes ni los proveedores nos pueden ayudar tanto.
La realidad que nos rodea es otra: la demanda es imprevisible, los clientes quieren pequeñas cantidades con el plazo de entrega “para ayer”, los proveedores exigen grandes pedidos con tiempo suficiente, los suministros son inciertos, …
La logística interna es por tanto una parte del proceso ineludible, que consume una gran cantidad de recursos, pero entonces ¿por qué no le prestamos la atención que se merece como una fase más de la cadena de valor del producto?
En realidad, ¿se ha parado a pensar si conoce realmente la composición de sus stocks y si estos están objetivamente justificados?
¿El tiempo medio de permanencia en almacén de sus artículos o su periodo de cobertura son superiores al plazo de servicio del proveedor? ¿Está usted almacenando lo que debería almacenar su proveedor? No le financie a él. Finánciese usted, que los tipos de interés están muy elevados.
¿Puede asegurar que, de acumular stock, lo hace en los artículos de mayor movimiento? De lo contrario tendrá dos problemas sobre-stock en unos artículos y roturas de stock en otros.
¿Cuánto producto sin movimiento en los últimos seis meses tiene en el almacén? -Puede ser dinero perdido-.
No haga estos cálculos con valores monetarios globales del almacén, porque los datos resultantes serán probablemente engañosos. Estos estudios deben realizarse de manera segmentada y con criterios adecuados.
¿Y los procesos que utiliza para la gestión del almacén, los tiene optimizados? La recepción y ubicación de mercancía ¿responde a criterios de productividad? La preparación de pedidos, ¿minimiza los recorridos del personal?
Existen numerosas herramientas para dar respuestas económicas a los problemas de logística interna de compañías de todos los tamaños.
¿Por qué desaprovechar este gran potencial de competitividad que permite la mejora del servicio, el ahorro de costes y la liberación de circulante? Si no lo hace su empresa lo hará la competencia.
Para más información, contactar con Cecilio Olmos Responsable de Producción y Logística de Superia en: c.olmos@superia.es