Tradicionalmente la función de Recursos Humanos en las empresas ha sido poco o nada innovadora. La mayoría de las compañías no pasan de la mera gestión de personal: contratación y renovación de condiciones laborales, gestión de nóminas, interlocución con los representantes legales de los trabajadores, selección de personal de algunos puestos de trabajo, control de presencia, formación del personal y tratamiento de conflictos laborales.
En algunas pocas empresas se ha avanzado en la gestión de RRHH y se abordan cuestiones como el desarrollo profesional del trabajador, acciones de motivación, clima laboral, sistemas de incentivos variables y cultura de empresa.
Pero de pronto, se produce una ciclogénesis explosiva que revoluciona la gestión del capital humano, aunque ahora se le denomina con acierto talento humano. Esta tormenta perfecta viene originada por varias situaciones confluyentes, la COVID-19, la nueva legislación de igualdad y, para algunas empresas, el auge de modelos de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) impulsada por sus clientes.
En este contexto las empresas tienen que prepararse rápidamente para el trabajo en remoto (teletrabajo), y de aquí surgen nuevas necesidades, que no sólo afectan a la transformación digital, a protegerse con medidas de ciberseguridad y a suministrar los equipos informáticos a los trabajadores, sino que hay que determinar el contenido de los puestos de trabajo que se van a desempeñar en teletrabajo, establecer un sistema de objetivos o asignación de tareas a empleados y el control y seguimiento de las actividades encomendadas, monitorización del teletrabajo, redefinir un horario de disponibilidad y localización, y fijar una política de desconexión digital y de privacidad de datos.
Pero, por si no fuera suficiente, en plena pandemia entra en vigor una parte fundamental de la nueva legislación en materia de igualdad que conlleva incorporar en la gestión de RRHH nuevos conceptos como valoración de puestos de trabajo, registro retributivo, auditorías retributivas, cálculo de la brecha salarial, diseño del plan de igualdad, …
Además, a muchas organizaciones les coincide todo lo anterior en pleno proceso de implantación de modelos de RSC que implican la puesta en marcha de políticas de conciliación familiar, flexibilidad horaria, mejora del clima laboral, …. En esta etapa Superia ha estado colaborando con varios clientes en la implantación de diferentes sistemas RSC como SMETA, SEDEX, GRASP, …
Por último, el área de RRHH tiene que estar alerta a las nuevas tendencias como el uso de Big Data y People Analytics, digitalización y automatización de los procesos de RRHH, análisis de experiencia del trabajador, el bienestar del empleado con énfasis en el bienestar emocional, mejora de rendimientos y productividad (Lean Management), …
Para más información contactar con José Sala, Socio Director de Superia Consultores, en j.sala@superia.es