Hasta hace bien poco los Sistemas de Gestión Medioambiental no tenían el reconocimiento que debieran por parte de las administraciones públicas.
En el caso particular del Reglamento EMAS (Reglamento voluntario de Gestión y Auditoría medioambiental), pese a que desde la Administración Regional se habían tomado iniciativas para fomentar la adhesión por parte de las empresas al mismo, la realidad es que estas medidas estaban enfocadas a la divulgación de la marca y a la obtención de ayudas financieras para su implantación, pero no existía un respaldo de la administración a la hora de fiarse de que las empresas cumplían con la legislación.
Resultaba paradójico que para acreditar el cumplimiento legal en materia ambiental a la Administración no le sirviera un certificado emitido por un verificador ambiental acreditado, por lo que el empresario debía asumir un coste adicional por el mismo concepto cada vez que debía renovar autorizaciones, solicitar ayudas….
En los últimos años esta situación está cambiando, de manera que existe un reconocimiento a la implantación de estos Sistemas de Gestión, y esto se traduce en ventajas económicas para aquellas empresas que disponen de Sistemas de Gestión certificados, como son:
- En el caso de actividades sujetas a Autorización Ambiental Integrada y Autorización Ambiental Única, no se exigirá para su renovación informe por ECA que acredite la adecuación legal para aquellas actividades certificadas externamente mediante EMAS.
- Aquellas actividades afectadas por la Ley de Responsabilidad medioambiental que dispongan de un Sistema de Gestión Ambiental certificado de acuerdo a ISO 14001 o EMAS estarán exentos de la obligación de contratar una garantía financiera cuando se evalúe que son susceptibles de provocar daños cuya reparación sea inferior a 2.000.000 €
- Mayor puntuación para la contratación con algunas administraciones, tanto en obras como en servicios y suministros.
La tendencia actual es un mayor reconocimiento del esfuerzo llevado a cabo por estas empresas, de manera que se les está dotando de privilegios merecidos por su compromiso con un desarrollo sostenible.
Esto unido a los beneficios que reporta la implantación de Sistemas de Gestión Medioambiental hace que los sistemas de gestión medioambiental sean una inversión y no un gasto, porque no sólo se trata de mejorar la imagen de empresa y acceder a nuevos clientes sino que se reducen considerablemente costes de la cuenta de explotación de la empresa: costes de residuos, consumos energéticos, …
Para más información contactar con Mª Dolores Giner Hernáiz consultor senior de Superia Consultores en m.giner@superia.es